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Las memorias de Nashla (Primera parte)

  • Foto del escritor: Cesia García
    Cesia García
  • 15 dic 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 22 ene 2022

Llegamos a esta casa hace dos semanas, exactamente el 1 de octubre de 2012, el mismo día en que Nashla comenzó a escribir, excepto que ya pasaron muchos años; aquí es donde narra todos eso días siniestros que vivió en este lugar. Es por ella que he logrado saber un poco más de este misterioso y terrorífico lugar y espero conocerlo un poco más.

No he terminado de leer todas estas cartas, ya que hay algunas cosas que no logro entender: algunas palabras están mutiladas, otras decoloradas a causa del agua…, creo que cuando estaba escribiendo algunas lágrimas resbalaban de sus mejillas; algunas partes están salpicadas de sangre y las palabras han sido cubiertas por este líquido rojo…, es como si hubieran asesinado cruelmente a alguien en el mismo momento en que ella estaba tratando de escribir un poco más; por esta razón he tardado demasiadas horas leyendo.


Me es muy difícil descifrar los garabatos que escribió hace casi 40 años, es mucho tiempo; imagina el papel, es demasiado viejo, su color es amarillo como el hueso y, en él, en él hay algunos hongos.


Nos mudamos aquí a causa de mi padre, gracias a su trabajo tenemos que estar mudándonos a cada rato, es horrible, siempre tengo que despedirme de mis “amigos”; pasa cada casi dos años o al año, y por eso juré, desde la tercera vez que entendí que siempre iba a pasar lo mismo, que nunca más iba a tener amigos, y mucho menos, iba a volver a amar a alguien de verdad; nadie iba a volver a ocupar un lugar en mi corazón… lo cual iba cumpliendo..., hasta que conocí a Nashla.


Al llegar a este lugar, todos mis sentidos se estremecieron, es el lugar más exquisito en el que he estado, es como si fuera parte de mí, nunca me había excitado tanto al cambiar otra vez de vida; es un hogar acogedor: el patio es grandísimo, el pasto está en muy buenas condiciones y perfectamente cortado, los árboles son enormes, sus raíces salen del suelo, pareciera que sus ramas quisieran tocar el piso, es como si los hubieran sacado de un bosque encantado; en uno de estos hay un columpio hecho con un neumático…; las rosas no podían faltar en este magnífico lugar: rosas blancas, mis favoritas; todas las plantas se unen para dar cobija a cada una de las paredes que conforman esta hermosa casa.


Al entrar a nuestro nuevo hogar el olor de las cosas antiquísimas inundó mis pulmones, las paredes estaban tapizadas de retratos de personas que habían vivido ahí, aunque las caras no se podían apreciar del todo, ya que estaban rasgadas o simplemente el tiempo fue borrando los rostros que alguna vez acompañaron a las personas que habitaban aquí, quienes debieron amar los relojes, porque no podían faltar en ningún lado, el sonido del tic tac lastimaba mi oído. La casa tiene dos pisos, un ático y un sótano, me encantó, es como si hubiera sido una propiedad del Conde Drácula que Stoker olvidó mencionar en su libro, lo cual me ha motivado a acercarme más y más, y explorar cada uno de sus rincones.


Cuando llegamos, mi hermano no dudó en correr para poder escoger su habitación, claro, es lo que siempre hace: correr y esconderse en su mundo; yo escogí el cuarto perfecto para poder estar en silencio mientras un millón de cosas suceden en mi cabeza y así escapar un rato de este mundo.


No me gusta estar con las personas, cuando más las conozco menos me gustan; y con mi “familia” no podría terminar una conversación más allá del hola: mi papá nunca está en la casa “por razones del trabajo”; mi mamá, bueno ella siempre está leyendo libros o prefiere irse con sus amigas a platicar o jugar cartas mientras los vicios se apoderan de sus seres; y mi hermano siempre está enajenado, todo el día está encerrado en su recámara jugando con ese aparato que controla todo lo que pasa en su televisión; así que encontré mi refugio perfecto, sólo para mí y mi única compañía: mi soledad, aunque ignoraba que no sería así por mucho tiempo.


Al desdoblar las hojas que escribió Nashla tengo que tener mucho cuidado, se pueden romper y si eso pasa, no podré conocer el final de la historia y tú tampoco, si es que existe; sabes, siento una gran conexión con ella, es como si ella hubiera sido parte de mi vida, como si la hubiera conocido antes, como si su cara me fuera conocida, aunque nunca vi su rostro. Hay veces que me descubro repitiendo su nombre, otras lo escribo; algunas hojas de mis cuadernos están llenos con ese hermoso nombre. Siento que la quiero, que la extraño, que la necesito aquí a mi lado… Nash, mi querida Nash.


Al no comprender los escritos de Nash, trataré de transcribirlos en este cuaderno que he decidido nombrarlo como "Las memorias", así me será más fácil volver a leerlos y tener siempre conmigo una pequeña parte de ella en mí. Ella se ha convertido en mi nueva obsesión, mi vicio, mi religión, ya no me importan las demás personas, sólo ella; ya sé, suena absurdo, estúpidamente absurdo… ni siquiera la conozco y ella, ella está muerta.


Todo comenzó así...



1 de octubre de 1971


La soledad ha sido mi única compañía, ya no puedo más, todos están muertos, mi familia está muerta… yo estoy muerta, atrapada en este abominable y sublime lugar, estoy muerta en vida. Cada vez que me miro al espejo me reconozco cada vez menos, todos mis recuerdos se van desvaneciendo lentamente y esto me está volviendo loca.


Estar sola se ha convertido en la cosa más normal y terrorífica que me ha pasado, todos aquellos que me importan están muertos o la vida simplemente ha decidido que no estén aquí...



Nota: La historia de Nashla continúa.

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